El «Fraude alimentario» tiene lugar cuando se introducen en el mercado productos alimentarios no auténticos, convirtiéndose en un engaño para el consumidor. La presencia de carne de caballo en carne picada de bovino, de melanina en leche infantil, la comercialización para uso alimentario de aceite de colza industrial o la intoxicación de alcohol adulterado con metanol, son algunos de los casos de fraude alimentario con más impacto social. Los principales estándares de calidad alimentaria (IFS y BRC) incluyen requisitos sobre autenticidad de sus productos en sus protocolos.